lunes, 30 de noviembre de 2009

ANYONE CAN WHISTLE

"Anyone Can Whistle" es una reflexión sobre los comportamientos "normales"; la tesis de la obra es que la sociedad llama "normal" a un comportamiento por no llamarle "restringido", "contenido" o "conformista". Es, al final de cuentas, una invitación a valorar el mayor de los milagros: estar vivo.

La historia de este musical acontece en un pueblo imaginario de Estados Unidos que está sumido en la banca rota, el único negocio que sobrevive es un manicomio conocido como “The Cookie Jar”. En este sitio los pacientes suelen ser mucho más saludables que el resto de la gente del pueblo.

Todo el dinero está en manos de Cora Hoover Hooper, uma alcaldesa alocada e implacable y sus compinches: el contralor Schub, el tesorero Cooley y el jefe de policía Magruder. Cora hace su aparición en escena cargada en andas sobre una litera por sus coristas y admite que puede aceptar cualquier cosa excepto la impopularidad.

Schub le dice que tiene un plan para salvar su administración y rescatar al pueblo con un proyecto altamente antiético y acuerdan reunirse en un sitio a las afueras del pueblo.

En este punto de reunión una mujer del pueblo, Mrs. Schroeder, trata de rescatar a su hija, Baby Joan, que ha escalado una piedra enorme; cuando Baby Joan lame la piedra un manantial de agua empieza a caer de elloa. El pueblo proclama este suceso como un milagro y Cora y sus compinches miran en este suceso la posibilidad de atraer turistas interesados en sumergirse en estas aguas de "curativos poderes".

Cora descubre que el milagro es falso y es controlado por una bomba dentro de la piedra. La única persona que duda de este milagro es Fay Apple, una escéptica enfermerda del Cookie Jar que jamás ha creído en milagros.

Apple aparece en la piedra junto a los cuarenta y nueve internos del manicomio, pretendiendo que tomen un poco de agua. Schub intenta impedir que tomen el agua porque sabe que si los internos permanecen enfermos después de beber el agua, el "asunto" del milagro se vendría abajo; pero los internos se revuelven con la gente normal y pronto no se sabe quién es quién.

Fay se esconde de la policía y admite en lo oculto que el único milagro que espera es el de encontrar un héroe verdadero que los libere de toda la locura del pueblo.

Cora llega al lugar con el gerente del Cookie Jar, Dr. Detmold, pero el doctor le dice a Cora que no puede identificar a los internos porque Fay se llevó consigo los expedientes. Ambos esperan a que llegue el nuevo asistente para ayudarlos.

En ese momento hace su aparición un misterioso extrangero llamado J. Bowden Hapgood, pidiendo la dirección del Cookie Jar. Inmediatamente es confundido con el nuevo asistente y le piden que localice a los internos desaparecidos. Bowden hace interrogatorios y divide a los presentes en dos grupos, pero se niega a revelar cuál de los dos grupos está loco y cuál no.

El consejo del pueblo sospecha de sus acciones y trata de sacarle la verdad a la fuerza pero Hapgood les sigue haciendo preguntas hasta que todos dudan de su propia cordura. La misma Cora termina dudando de su salud.

Hapgood anuncia que todos están locos y el elenco se muestra en sillas aplaudiendo a la audiencia en el final del primer acto.

Al inicio del segundo acto hay ya un poco de tensión y rivalidad entre los dos grupos que discuten sobre cuál de los dos es el grupo sano. Aparece un segundo extraño: Fay Apple disfrazada de una dama de Lourdes inspectora y especialista en "milagros".

Mientras Schub corre a avisarle a Cora de la nueva visitante, Fay busca a Hapgood en su hotel y ambos se seducen "al estilo de las películas francesas". Fay quiere que Hapgood la ayude a desenmascarar a los farsantes; Hapgood decide interrogarla primero y le pide que se quite la peluca. Fay le confiesa que ese disfraz, restos de una obra de la universidad, es la única manera de salir de su personalidad rígida y cínica.

Cuando Fay empieza a sentir esperanza de que Hapgood puede ser el único que puede ayudarle a ser libre interpreta el tema que le da nombre al musical "Anyone Can Whistle".

Mientras tanto los dos grupos siguen discutiendo, y Cora descubre mientras trata de dar un discurso que Hapgood le ha robado la atención. La alcaldesa y Schub planean una reunión de emergencia en su casa. De vuelta al hotel, Hapgood tiene una idea para destruir los registros de Fay como paciente del manicompio de manera que Fay pueda estar libre de ellos y pueda dejar de fingir.

Fay se niega,Hapgood admite que es un idealista que cansado de intentar heroísmos, quiere internarse en la "Cookie Jar". Inspirado por un historial que el propio Hapgood redacta, Fay comienza a arrancar los registros de arriba. Mientras lo hace, los internos aparecen y empiezan a bailar.

En el tercer acto (si, es un musical de tres actos)Cora discute con sus compinches, Schub planea poner al pueblo contra Hapgood acusándolo de frenar el asunto del "milagro", el grupo aplaude la idea. Una multitud se reúne afuera del hotel y Hapgood y Fay (disfrazada de francesa) se esconden detrás de la piedra y descubren el fraude.

Cora y su equipo los confrontan; Cora recibe un telegrama del gobernador advirtiéndole que si los cuarenta y nueve internos no aparecen tendrá que comparecer ante un juicio político. Schub propone que ya que Hapgood nunca dijo quién estaba enfermo y quien no, pueden arrestar a cualquiera hasta que el registro aparezca.

Fay trata de convencer a Hapgood de que exhiba el engaño sobre el milagro pero Hapgood le dice que nadie le creería porque el engaño funciona como "los milagros deben funcionar". Tampoco acepta la solicitud de Fay de ayudarla a desenmascarar a la alcaldesa porque dice "estar cansado de las cruzadas". Fay toma el camino sola-

Fay termina capturada por los policias y el Dr. Detmold la reconoce; Fay le dice a la gente del pueblo que el milagro es falso pero el pueblo no le cree. Detmold le dice a Cora que aún sin los registros Fay sabe identificar quién es paciente del manicomio y quién no. Cora la amenaza con capturar a cuarenta y nueve personas sean o no internos del manicomio, Fay finalmente los identifica a todos, excepto a Hapgood; y le dice que el mundo necesita hombres como él. Hapgood se vuelve loco y le pide a Fay que vaya con él, pero ella le dice que todavía no puede sentirse libre.

De pronto llega al pueblo el anuncio de un nuevo milagro, a dos pueblos de distancia del pueblo en donde sucede la historia; se trata de una estatua con el corazón caliente. El pueblo se vacía y Cora se queda sola e impopular nuevamente. Schub dice tener la solución: convertir al pueblo entero en el Cookie Jar, ya que el manicomio es tan popular.

La nueva asistente del doctor Detmold llega al pueblo y Fay se horroriza al ver que es una mujer más práctica, rígida e incrédula que ella; Fay regresa a la piedra y llama a Hapgood. Hapgood no responde. Fay toma un silbato y lo hace sonar, Hapgood reaparece y le dice que "eso es suficiente para él"; cuando Fay y Hapgood se abrazan empieza a caer nuevamente agua de la piedra.




El libreto y la letra de las canciones de este musical son de Arthur Laurentis quien ya había trabajado con Sondheim en enormes éxitos como "Gypsy" y "West Side Story". Laurentis fue también el director de la obra.

Dos años antes del estreno de "Anyone..." Arthur había dirigido un musical llamado "Can Get It for You Wholesale", obra que significó el exitoso debut de una niña de 19 años llamada Barbra Streisand.




Angela Lansbury aceptó participar en el estreno de este musical deseosa de trabajar con la combinación Laurents-Sondheim, esta fue la primera vez que Angela trabajó en un musical, entonces tenía treinta y nueve años.

Los previos se presentaron en Filadelfia y tanto el público como la crítica fueron muy hostiles; Laurentis no asumió que la historia era bastante dificil de asimilar y que el mensaje era relativamente "trillado". Enfocó sus energías en "rehacer" el trazo en lugar de poner atención a las deficiencias literarias.

Otro de los problemas que tenía la producción era que Lansbury se veía opacada por el actor Henry Lascoe quien murió de un repentino ataque al corazón durante los previos.

"Anyone..." se estrenó en Broadway en abril de 1964; la crítica reiteró su disgusto por esta producción y la noche del Tony solo el coreógrafo Herbert Ross fue nominado.

Todas estas circunstancias hicieron de este musical un "musical de culto".





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