domingo, 27 de febrero de 2011

A CLASS ACT


Edward Keblan y Mark Hamlisch compartieron en 1976 el premio Pulitzer por el musical A Chorus Line, nació en 1939 y murió a finales de los ochentas antes de cumplir cincuenta años.

En su testamento le pidió a sus amigos Avery Corman y Wendy Wasserstein que utilizaran una colección de canciones sin usar para hacer un show con ellas. Sus intentos fracasaron y los derechos pasaron a ser de Linda Kline, quien había sido su compañera de trabajo por muchos años.

Kline decidió usar las canciones para hacer un musical inspriado en la vida de Keblan, para esto buscó a alguien que no hubiera conocido o trabajado nunca con él y encontró a Lonny Price.

El musical muestra una especie de behind-the-scenes de cómo se hace un musical y reflexiona sobre la forma en que la enfermedad mental y el cancer de Keblan obstruyeron y hundieron la vida de Keblan que escribió varios musicales que no fueron producidos.

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