MICHAEL CRAWFORD

Hizo su debut en Broadway en 1967 en Black Comedy de Peter Shaffer en donde fue aclamada, entre otras cosas, su habilidad para la comedia física.

Gene Kelly lo descubrió mientras estaba en la obra y lo invitó a audicionar a Hollywood para la adaptación fílmica de Hello, Dolly!. Obtuvo el papel de Crnelius Hackl junto a Barbra Streisand y Walter Matthau.



Los seis años siguientes Crawford, que en realidad se llama Michael Patrick Smith, pasó por un momento dificil porque sus siguientes películas fueron muy poco exitosas y su situación económica decayó considerablemente, provocando inclúso su divorcio.

En 1973 logró conseguir un papel en la serie de televisión inglesa Some Mothers Do 'Ave 'Em y por el mismo tiempo recibió una invitación para participar en el musical Billy.

Este musical de John Barry con música de Don Black fué una catapulta para la carrera de Michael quien se consolidó como actor, cantante y showman.

Su carrera siguió una serie de altibajos, algunas de las obras musicales que siguieron no fueron exitosas y trató de volver al cine con la película Condorman que fué duramente criticada por sus malos efectos especiales. Júzguelo usted mismo:



En 1981 Crawford protagonizó la versión inglesa de Barnum con un enorme éxito. La obra fue vista por Margaret Tatcher y la Reina Madre. Michael ganó el premio Olivier por esta actuación.

En 1984 Michael asistió al último previo de Starlight Express y se acercó a Andrew Lloyd Webber. Andrew había coincidido socialmente varias veces con Crawford y lo recordaba por su actuación en Flowers for Algernon.

Webber le mencionó que estaba trabajando en una adaptación de El Fantasma y Crawford se mostró interesado; sin embargo el proyecto aún estaba en la etapa de creación.

Pasaron los meses y Webber sacó un video promocional con Sarah Brightman y el cantante de rock Steve Harley interpretando el tema principal.



Después de la presentación del video Webber se inclinó por hacer el musical más clásico y "operístico" que contemporáneo, por lo que el compositor empezó la búsqueda de una opción diferente para el papel del Fantasma.

Sarah Brightman tomaba clases con el mismo entrenador vocal que Michael Crawford, Brightman y Webber estaban casados en ese tiempo. Los Lloyd llegaron temprano a una lección y escucharon a Crawford cantar una pieza de Handel.

La crítica se mostró escéptica sobre si Crawford sería capaz de darle al personaje la intención dramática que requería y si vocalmente podría darle lo que necesitaba.

El resultado fue largamente aplaudido. Michael interpretó el mismo personaje en Broadway y obtuvo el premio Olivier, el Tony, el Drama Desk Award, y el Los Angeles Drama Critics Circle Award for Distinguished Achievement in Theatre después de dar una temporada en Los Angeles.

Michael Crawford dejó la compañía después de haber ofrecido 1,300 funciones de este musical